La alcaldesa cometió multitud de irregularidades para contratar por 20.000 euros a un despacho de abogados que cuenta entre sus socios con un ex consejero del Gobierno Vasco con el PNV

Hizo competir a la empresa adjudicataria con una firma de representación de futbolistas y otra sin especialización en la materia, por lo que no hubo una concurrencia real entre las ofertas

El informe técnico municipal concluye que la contratación “no se ajusta a derecho” y que la auditoría carece de objetividad

La Intervención Municipal ha confirmado que la supuesta auditoría a la gestión realizada por el PSE-EE en el Ayuntamiento de Barakaldo entre los años 2011 y 2015 era un traje a la medida del PNV. En un informe de reparos de 14 folios, se evidencia que la alcaldesa cometió multitud de irregularidades para contratar por 20.000 euros a una empresa que, desde 2013, cuenta entre sus socios con un ex consejero del Gobierno Vasco con el PNV. Una persona que, tal y como consta en el expediente, interviene en el contrato.

Los jeltzales solicitaron ofertas a tres compañías, pero el informe técnico municipal deja a las claras que no hay concurrencia real entre las mismas. Y es que uno de los despachos “no acredita especialización en derecho de contratación pública y presupuestaria de auditoría de cuentas”, y la otra firma se dedica “a la representación de futbolistas”.

La Intervención Municipal concluye además que la tramitación del contrato “no es ajustada a derecho” al encargarse a una empresa privada hacer un trabajo reservado por Ley a los funcionarios. La propia Intervención es la titular única de las facultades de control de la actividad municipal con relevancia económica, porque a los funcionarios que trabajan en ese departamento es a los que se presume de “objetividad, profesionalidad e imparcialidad”.

MENTIRAS AL DESCUBIERTO

“Por tanto, no hay objetividad en el informe de auditoría contratado por el PNV, porque el que paga manda y el que el cobra obedece”, ha explicado hoy en rueda de prensa la concejala del PSE-EE Olga Santamaría, para quien el único objetivo de la supuesta auditoría era “trasladar una imagen falsa de la gestión Socialista”, poniéndola bajo sospecha pese a que durante su mandato no se cometió ilegalidad alguna: “Se ha evidenciado que todo lo que decía el PNV cuando estaba en la oposición era mentira”.

Santamaría ha lamentado el “despilfarro” en la gestión del PNV, que tal y como concluye el informe técnico municipal “dedica dinero público a una necesidad inexistente”, por lo que la supuesta auditoría “no debió hacerse pagado con fondos públicos”. No en vano, se contrata un informe de parte en el que se obtiene como única conclusión que se deben enviar los reparos del interventor al Tribunal de Cuentas: “20.000 euros para algo que hemos hecho nosotros gratis año tras año”.

“Si ese trabajo ya lo desarrolla el interventor mes a mes, ¿para qué regalar dinero público? Lo que hay es una orden de un político del PNV a un despacho para hacer un trabajo que recepciona también un político. Ningún técnico firma la recepción de la auditoría; es decir, ninguno de ellos da el ‘ok’ al trabajo”, añade la concejala del PSE-EE.

A todo esto se le une que la factura se presenta el 20 de julio y en la misma se cobran trabajos hasta el 1 de agosto. Asimismo, el informe técnico de la Intervención Municipal asegura que ningún técnico conocer de la materia participó en las reuniones con la empresa, que en todo caso se celebrarían a nivel político.

5 MILLONES DE EUROS MÁS EN REPAROS

El análisis de la contratación de la auditoría forma parte de uno de los 22 informes de reparos que se trataron en el Pleno Municipal de ayer, que suman más de 5 millones de euros, sin contar ayudas económicas ni subvenciones. Con ello, el PNV acumula en menos de un año y medio más de 420 reparos por valor de 25 millones.

“El PNV llegó a la Alcaldía acusándonos a nosotros, los Socialistas, de tener continuos reparos de la Intervención. Pues bien, ellos tienen reparos hasta en la contratación de una auditoría para analizar los reparos”, ha finalizado Olga Santamaría.