El Partido Socialista ha hecho hoy un llamamiento urgente a la alcaldesa para que resuelva “de una vez” los problemas de la iluminación, que generan inseguridad ciudadana

La Siebe sin luz 1+

Con el paso del tiempo, aumentan los problemas de iluminación en las calles de Barakaldo. El PSE-EE ha tenido conocimiento por boca de los propios vecinos y vecinas que en los últimos días se han registrado apagones en, al menos, nueve zonas de la ciudad.

Los Socialistas han recordado hoy que los problemas con la iluminación pública no son nuevos. “Barakaldo viene sufriendo esta situación desde hace meses, especialmente desde enero de este año”, ha explicado la portavoz del PSE-EE, Ana Belén Quijada.

Es por ello que el Partido Socialista ha hecho un llamamiento urgente a la alcaldesa, Amaia del Campo (PNV), para que tome medidas y solucione los apagones de una vez por todas. Y es que la falta de iluminación genera inseguridad ciudadana, facilita la labor de los delincuentes y convierte las zonas afectadas en ‘puntos negros’ para las mujeres.

Entre las nuevas zonas afectadas por los apagones hay lugares muy poblados o que cuentan con importantes servicios públicos. Son lugares como el área comprendida entre la Plaza de Cruces y Burtzeña, La Siebe, la calle Murrieta, el Paseo Dolores Ibarruri, el Paseo de Los Fueros y travesías adyacentes, la parte trasera de la calle San Ignacio (Retuerto), la calle Aldapa, el entorno situado entre Zumalakarregi y Llano y la calle Buen Pastor (Lutxana).

 

PREOCUPACIÓN Y MIEDO ENTRE LOS VECINOS/AS

Numerosos vecinos y vecinas han manifestado al PSE-EE que la ausencia de luz genera “miedo” en las zonas afectadas. “Existe mucha preocupación entre la ciudadanía. Algunas personas nos han dicho incluso que menos mal que cada vez anochece más pronto y la falta de luz en las farolas se va a poder amortiguar…”, ha revelado Quijada.

Cabe recordar asimismo que, según la Memoria de 2017 del Departamento de Interior del Gobierno Vasco, Barakaldo registró el año pasado 44,56 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, 7,2 puntos por encima de la media. De este modo, se situó como el municipio vasco de entre 25.000 y 250.000 habitantes con la tasa de delitos más alta.