La concejala Nuria Rodríguez (PSE-EE) destaca que este servicio, creado hace más de 20 años, tiene como objetivo la prevención y atención de las situaciones de riesgo de desprotección

La concejala de Cohesión Social, la socialista Nuria Rodríguez, ha dado a conocer hoy que el servicio de intervención socioeducativa que ofrece el área atendió en 2021 a 2.259 vecinos y vecinas de Barakaldo. 1.427 personas participaron en los programas comunitarios ofertados y 275 familias, 832 menores y adultos, fueron atendidas individualmente o a través de la oferta grupal del servicio.

“Los equipos de intervención socioeducativa (EISE) tienen más de 20 años de experiencia. Su objetivo es la prevención y atención de las situaciones de riesgo de desprotección. Lo hacen apoyando a las familias, niños, niñas y adolescentes del municipio en la superación de dificultades de carácter personal, familiar y social. En estas dos décadas se ha demostrado la utilidad de este servicio, hasta el punto que muchos municipios han tomado a Barakaldo como un ejemplo en sus políticas socioeducativas”, ha explicado Nuria Rodríguez.

Respecto a 2020, el año pasado se produjo un aumento importante en el número de barakaldeses y barakaldesas atendidos, ya que entonces la cifra cayó a 1.650 personas debido al confinamiento por covid-19 y la posterior desescalada.

El servicio mantiene una línea de actividad preventiva dirigida a todos y todas las menores y sus familias, y otra línea de atención personalizada desde la que se atienden las dificultades de manera individual, que se complementa en función de las necesidades con actuaciones grupales. El 45% de la población atendida individual y grupalmente son menores.

Los equipos están formados por profesionales en educación social, que trabajan bajo la dirección de la Jefatura de Infancia, Juventud y Familia. Están ubicados en Cruces -EISE de Extrarradio-, el bidegorri de Dolores Ibarruri y San Vicente con el objetivo de dar cobertura a todo el municipio.

AUMENTO DE CASOS CON PATOLOGÍA MENTAL

“En la atención individual se ha observado un aumento de casos que presentan patología mental en menores y adultos, violencia entre iguales y filioparental, adolescentes con sintomatología autolítica, absentismo escolar, aislamiento social y dificultad en la identidad sexual”, ha revelado Rodríguez.

La concejala de Cohesión Social también ha comentado que se dan situaciones complejas que requieren de una intensidad alta de la intervención, y el que el 52% de la población atendida son mujeres.

La oferta grupal del servicio es amplia y se dirige tanto a personas adultas cuidadoras, como a menores de 6 a 18 años por franjas de edad. “Con los más pequeños, de 0 a 5 años se ofrecen espacios en familia. Se trabajan aspectos como las emociones, habilidades sociales y de relación, normas, valores, actitudes positivas. Son espacios donde se pueden expresar las necesidades, siendo el grupo un elemento de contraste y de referencia que facilita hacer frente a situaciones complejas en diferentes contextos, mejorar las relaciones interpersonales, el bienestar subjetivo y prevenir factores de riesgo”, ha detallado Nuria Rodríguez.

Los programas comunitarios se vienen realizando de manera mayoritaria en el ámbito educativo. Los centros escolares de Barakaldo son los principales agentes de detección de las dificultades que presentan los y las menores. Por ello, los EISE y los colegios mantienen una relación estrecha de colaboración.

Este año se han activado más de 10 programas preventivos dirigidos a cursos de Primaria, Secundaria y Bachillerato o Formación Profesional. En algunos de ellos también participan las familias.

Un ejemplo son los programa ‘Sin Pegas’ -entrenamiento en habilidades sociales y de comunicación necesarias para afrontar situaciones de la vida cotidiana sin utilizar la violencia-, ‘Besos de sapo’, que promueve la adquisición de conocimientos y habilidades que favorecen el ejercicio responsable de la sexualidad, y ‘Bata Bestea’, el cual propone la adquisición de hábitos de convivencia democrática, de respeto mutuo y de participación responsable en la vida cotidiana.

Otro programa comunitario de gran impacto ha sido ‘Behin eta berriro experience’, dirigido a sensibilizar a los y las menores sobre la violencia sexista que se observa en nuestra vida cotidiana.

Al margen de estas actividades, los EISE también realizan intervenciones de calle como medio de detección de menores en situación de riesgo, apoyo al proceso de socialización y desarrollo madurativo de los y las menores en su medio cotidiano de relación. El objetivo es generar cambios de hábitos, actitudes y conductas inadecuadas.